No sé mentir
ni sé dormir
ni tampoco sé decir
Ahora y en la noche de la noche
me vuelvo incierta
Porque no sé mentir
ni sé dormir
ni tampoco sé decir
lo que me trae
Ahora y a la hora de las lámparas
he dejado mi vida
sin abrigo
Ya sé que no sé mentir
También es cierto que no sé dormir
ni decir lo que no sé
Tal vez,
algun dia tal vez,
aprenda.
... a la hora de las lámparas/ he dejado mi vida/ sin abrigo... Nunca alcanzaremos la sabiduría, aunque soñemos con ella desde el poema.
ResponderEliminar