Prefiero estar cantando
a la tranquilidad de una noche muda
Siempre suenan tambores para mí
a la tranquilidad de una noche muda
Siempre suenan tambores para mí
suenan como agujeros
o como aquellos cubiertos del plato
o como aquellos cubiertos del plato
que no sé limpiar
Cada dos de dos,
Cada dos de dos,
el espacio es apenas aire,
pero a mí la asimetría me define
con la misma fragilidad
que un aro
prendido al ombligo
con la misma fragilidad
que un aro
prendido al ombligo
la temporada anterior
fui un columpio
donde todas mis muñecas
se acomodaban a la misma mueca
de cuerpo en el vacío
Hoy en cambio,
hago de mi nueva boca un pájaro
que le pertenece al viento,
hago de mi nueva boca un pájaro
que le pertenece al viento,
y que a esta hora sale a recorrer
la superficie dormida
la superficie dormida
de su rostro
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