Una marca en la pared
puede abrirle calles a mis labios
Yo no busco la compañía de un papel
ni una lengua para anudarla
como corbatín al cuello
No soy de ir por ir
si mis pasos andan flojos,
si en mi vientre se deduce
la metálica presencia de los interrogantes.
Mi collar es siempre la misma tira
y no lleva cascabeles,
pero sí tengo mis ruidos para ocultar
el insistente ladrido de los perros
Esta mañana aún me perturba
como el sol cuando pretende dañar
lo poco que queda
de noche en mis ojos.
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