Me han cerrado la vista,
los miedos ríen debajo de las persianas
de esta tonta manía mía de armar
una grilla de rayuelas.
Este juego es finalmente una emboscada
a la que voy a a ciegas,
deduciendo el tacto de las sombras
bajo los sucios guantes
con los que pretendo salvar mis dedos.
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