Tenía veinte
mis dibujos
el autobus
y tabaco negro
el frío del hospital
mis dibujos
su pelo negro
mi apenas veinte
ya no subo al autobus
y deje de fumar negros
......
mis pies pisan huesos,
desde los 90
se me caen las manos
.....
daría mi cama a su noche eterna
......
a veces dudo
haber perdido
más de lo que entierro
.......
crisis es la noche
a la hora de las llamadas
.....
yo no renuncié
a mi me obligaron a despedirme
.....
cuando acabara su viaje
cuando acabe el mío
¡Cuánta nostalgia acumulada, poeta! Me da la impresión de que este poema fragmentario es de los que se escriben casi sin intentarlo. Gracias por tanta espontaneidad!
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