Gateo sobre las decenas
para saber donde dejè mi puñal
y esa soga fina donde colgaba mis muelas.
Hurgo entre las sombras;
la ùltima que me dio la espalda
apenas se parece a mi
las demàs, las otras
llevan el semblante de los roedores
como una alhaja colgando de los tobillos
y el enigma de los gatos
como dos gotas de diamantes
prendidas de los ojos.
A veces me reconozco
en el reflejo de las alcantarillas
cuando las tormentas se van a morir
debajo de la tierra.
Las otras, las demàs
en el lago que se aquieta
sobre el rojo de un tejado.
para saber donde dejè mi puñal
y esa soga fina donde colgaba mis muelas.
Hurgo entre las sombras;
la ùltima que me dio la espalda
apenas se parece a mi
las demàs, las otras
llevan el semblante de los roedores
como una alhaja colgando de los tobillos
y el enigma de los gatos
como dos gotas de diamantes
prendidas de los ojos.
A veces me reconozco
en el reflejo de las alcantarillas
cuando las tormentas se van a morir
debajo de la tierra.
Las otras, las demàs
en el lago que se aquieta
sobre el rojo de un tejado.
No hay comentarios:
Publicar un comentario