jueves, 15 de diciembre de 2011

Mi Titi

No necesita de la lengua
 para desovillar mis ventajas,
el ojo le interpreta
 lo que vuelca en el mantel.

Cuanto haya detràs de sus pestañas
 es un pequeño mar,
una gota que ahoga mis peones.

Puedo permanecer inmòvil
 ahì donde una làgrima
juega equilibrios

 y que su nariz
 sea el fin del mundo;
 el mìo.

1 comentario:

  1. Me gusta esa forma tuya de geografía en miniatura de los rostros, de las pestañas, de cada pequeño -aparentemente- detalle de los gestos.

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