miércoles, 18 de enero de 2012

Añoranza

Me duelen las manos de tanto pensarte,
me duele el verde,
el árbol,
la página me duele.

Me rompe en llanto el vientre
y me lloran los pies,
en castigo de los adoquines.

Una luna me abre la costilla
y me muere el ombligo.

y de tanto pensarte
me tiembla el principio
donde puse
aquel último rubor

Ahora siento que me nace
una escalera en la garganta,
pero es solo un escalon
huraño
donde mi voz se esparce en
pequeñas astillas,
que insisten en preguntarme
 que hago acá pensandote.

3 comentarios:

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  2. Querida Marcela, ni que decir tiene que tu poesía me produce vértigos y me lleva a lugares mágicos y que tu surrealismo está lleno de bonitas imágenes.
    Y que este poema es uno de los 25 mejores, que te leí.
    Tan solo un par de observaciones.
    Primera, si el verso sexto es "muere" o "muerde".
    Y segunda, hay una rima medio asonancia, "peldaño-huraño" que yo solucionaría.

    Un beso, Marcela.

    Perdón por corregir.

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  3. es muere, me muere para no decir mata, el ombligo se muere solo, la luna es una excusa nomas. una vez escribi morime y crei q conjugaba mejor que matame, que se yo, gustos personales, soy de inventar. De lo de huranio, peldanio tenes razon, ahora pongo escalon, porque peldano no se usa por aca, aunque me guste mas, y corrija Rivero, que para mi es un placer que me corrija usted, perdon por los errores, pero esta netbook no tiene ni tildes ni enies, tengo que improvisar con las letras... te mando un beso y gracias Tomas, me encanta ver Rivero por aca.

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