martes, 14 de febrero de 2012

Helénica Sed

Fundida en la cal
de una isla blanca,
sueño.

Dame esa toga meditarrànea
y ataré mi cabellera húmeda
a los pliegues del horizonte,
pido.

Que tu espuma es una joya
entre la arena y la piedra,
digo.

Una hebra de sal
roza mis hombros con timidez,
siento.

Mi cuerpo se hace líquido
y se transforma,
llego.

Sueño, pido, digo, siento, llego.

1 comentario: