jueves, 16 de febrero de 2012

Las piedras del infierno (a Camille Claudel)

De tus manos lloraste barro
un esqueleto , un músculo, un cuerpo
traduciendo el elemento
en la tenacidad de las palancas.

Mujer sin rostro,
caminaste detrás de la sombra del amo
como un fantasma confiscado a la penumbra

Una puerta en el infierno,
la musa inquieta de las ratas

En el ocaso de los genios
echaste tu agonía a las rodillas
la pena del cincel gritó L'Âge Mûr
y tu mundo se dio vuelta.

Le diste voz a las piedras
le ofrendaste tu alma a la lápida
y en el sudor del mármol
dejaste intacta
tu delgada cordura.

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