A donde es que voy,
de mi mirada de muñeca
hasta su puerta
hay un gramo de agua.
Tuercas sueltas, mis articulaciones,
ay esta muñeca de trapo
se desvanece
con la falda atormentada
en el nudo de las piernas.
Riendas sueltas, mis estantes
ay el beso de mis manos
se disuelve
en el río de papel
de nuestros abanicos.
A donde es que voy
si entre mi mirada naranja
y tu alcoba
hay tan solo
un cabello de distancia.
Que dulce sorpresa la fragilidad de tus versos. Son caricia, ceremonia, unos días más de vida...
ResponderEliminarbsos