Abre mi dia
con tu llamada extranjera,
por un aplauso
dile permiso a mi puerta
y entra ya.
A mi umbral,
a mi umbral solo ofrecele
tus zapatos
Deja si,
un espacio para mis ojos
donde prefieras
ellos perseguiran tu temblor nocturno
aquel de cuando la sombra
se te hace vieja,
y aqui
la noche es apenas
la hora que me falta.
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