Me llama desde el fondo de su nombre
donde la incógnita
es el ombligo de sus escaleras.
Yo no sé si llevar conmigo estos ojos
o aquellos otros
los que dejé colgados de su vitró sinople
Mientras lo pienso,
me subrayo la mirada
para no pasar desapercibida
en sus entretiempos.
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