Calma tu infierno
con mi invierno entre comillas
yo sé morder la banquina y salir ilesa
pues siempre he tenido
un as de picas en mi ojo derecho
un ángel absurdo
sobre el marco de mis cejas
y una luna animal
en lo profundo de mi boca
Calma tu invierno
con mi infierno de cuclillas
yo sé beber de la sombra y salir nutrida
pues siempre he sido igual de silenciosa
Guardo la voz de un bosque sigiloso
en cada uno de mis bolsillos
y un sol rotundo cegando ecos
con la intemperie de mis labios
Calma tu nudillos
con el verano de mis piernas
yo sé guiar tu celo
como un fantasma
que no halla la salida
de la casa
del amor.
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