Verso a fuego
tu fantástica visión
de lámparas desnudas
en el satén que recubre
mi vientre de piscina
Esa velocidad
de apuñalar a ojos
con el movimiento atrevido
de las flechas
cuando estrepitosamente caen
a ordenar el vacío
gobernante en mis calles
Verso a fuego
tu visión de ancla
en el mar que recorre mis rodillas
y las transforma en inquilinas
de los barcos de tus manos
Esa urgencia tuya
de abrir ventanas al sur
para beber del verde
que aún alumbra mi espacio
cuando a vos
en la tráquea
se te hace la noche
Imágenes novedosas siempre en tu poesía Marcela... Destaco ahora ¨... el satén que recubre/ mi vientre de piscina...¨, aunque todas son valiosas. Gracias, poeta!
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