Vuelvo a besar los corredores
y hace frio
y la música se cuela por las ventanas.
La luz de mi cuarto parpadea,
parece repetir la misma escena
cada minuto antes de su muerte.
Vuelvo a besar los corredores
y sigue el frío,
pero esta vez desoigo la música.
Prefiero intentar el lento apagón
de los techos
sobre esta cama intacta
de escenas
de muertes
de ventanas.
No hay comentarios:
Publicar un comentario