Sácame los ojos
pero no se te ocurra caer dentro
del agujero que has dejado.
Cuidate de mi vacío, amor mío
y del vacío de mi vacío.
Úsame los ojos
pero no se te ocurra verte en ellos
si tanto brillo te hace daño
Cuidate de mi espejo, amor mío
y del espejo en mi espejo
Apágame los ojos,
amor mío,
pero no les quites lágrimas
déjalas que se amontonen
como el agua que se junta en dos jarrones
repletos de paraguas lamentables.
pero no se te ocurra caer dentro
del agujero que has dejado.
Cuidate de mi vacío, amor mío
y del vacío de mi vacío.
Úsame los ojos
pero no se te ocurra verte en ellos
si tanto brillo te hace daño
Cuidate de mi espejo, amor mío
y del espejo en mi espejo
Apágame los ojos,
amor mío,
pero no les quites lágrimas
déjalas que se amontonen
como el agua que se junta en dos jarrones
repletos de paraguas lamentables.
Un camino creativo poco frecuente el de Marcela Lokdos. Imágenes que pese a ser francamente novedosas, se nos presentan como absolutamente cotidianas, vívidas, compartidas... Un apasionante recorrido lírico que recién se inicia, y por eso promete un continente de riquesas incalculables. En este caso, poeta, te compartiré. ¡Muchas gracias!
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