viernes, 24 de mayo de 2013

Dememoria

Ya son las doce en el reloj,
un viernes sin tregua
 se sube a mis hombros
como si no entendiera
 que aún mi cuerpo transita
con los huesos de ayer

Lo que debo conservar
lo llevo en un listón
atado a un dedo
para no olvidar quien fui
al nacer la hora temprana,
y quien seré al morir
a la hora exacta
 en que la luz detenga
 su insoportable exigencia
de fabricarme insomnios

No hay comentarios:

Publicar un comentario