viernes, 14 de junio de 2013

Repasos


Toda la casa me pesa
en el umbral de mis horas salvajes

Son los aplausos de la puerta
y la velocidad en responder
de los picaportes

Es el discurso del ladrillo
frente al llanto en las ventanas

Toda la casa me pesa
pero sobre todo, me pesa la mesa

El triángulo que escribo con los platos
a la lectura entrelíneas del mantel
después de las 10 pm.

La sobriedad del ambiente
ante la taza que aún me duele

La luz rota de los jueves
durante el fatídico anuncio
de tu silencio.

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