domingo, 9 de junio de 2013

Sobras

Para entrar en esta hora
no hay manera de golpear,
solo girar el picaporte
y esperar que abra

Un pájaro está cantando fuera
lo que queda de la lluvia.
El resto se ubica
en mi vestido vacío
abandonado en el suelo

Yo sigo desnuda
sobre la cama
un aro prendido a mi oreja
y un collar que divide
mi mundo en dos partes
como una línea de luna
entre la garganta y el mentón

toallas viejas, mis ojos
en el intento de soltar alguna gota

El agua ha hecho estragos
y ahora hay una ciudad de vidrios
tras el descuido de la ventana
que mantuve abierta

Un GinTonic sigue fijo en mi mano,
mi boca parece temblar la sed
de doscientos seis huesos
 

1 comentario:

  1. ... un collar que divide/ mi mundo en dos partes...
    Siempre existen fronteras, lineas divisorias; la virtud de poeta es verlas, denunciarlas. ¡Gracias!

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