domingo, 18 de agosto de 2013

Nido vacío

Recorro la casa
en busca de las voces 
que arrojaron sobre los muebles

Esta es la hora
en que la música se queda quieta
y las ventanas sospechan
 lo que no dicen mis ojos

Muevo las manos en el aire 
  en un intento de retener en mis puños
 sus pequeños movimientos,
al soltar dos besos
tan ligeros como alas.

1 comentario:

  1. Hay cosas imposibles, y una es la que cualquier madre (o padre) desea, retener sus movimientos pequeños, cuando sueltan el último adiós.

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