Habré ayunado más de un siglo
son las doce
y el reloj no miente
Mi hambre no se despierta
si no le echo alarma
son las doce y tres,
y el reloj no corre
La sed es la sonámbula
nace de su propia vagina
son las doce y cinco,
el reloj no muere
Ayuno al hambre
a la sed, me alimento.
Era casi gritar
en esta ciudad no hay gallos
dar a luz es la medida de tu ron
que tiembla el vaso
al grito de parto de las manivelas
son las doce y diecisiete
y veinteocho
treinta y dos, pasadas las doce.
son las doce
y el reloj no miente
Mi hambre no se despierta
si no le echo alarma
son las doce y tres,
y el reloj no corre
La sed es la sonámbula
nace de su propia vagina
son las doce y cinco,
el reloj no muere
Ayuno al hambre
a la sed, me alimento.
Era casi gritar
en esta ciudad no hay gallos
dar a luz es la medida de tu ron
que tiembla el vaso
al grito de parto de las manivelas
son las doce y diecisiete
y veinteocho
treinta y dos, pasadas las doce.
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