Todo está relativamente a mano
que si quisiera engañar a mi cuerpo
podría acercar tu naranja a mi cintura
y decirle a cada músculo:
"esta esfera es el mundo,
este vientre es su plano"
Luego convencer a mis ojos
de la extraña autonomía de ambas dimensiones
sería un severo castigo,
ni hablar de la piel, el olfato y los relojes.
que si quisiera engañar a mi cuerpo
podría acercar tu naranja a mi cintura
y decirle a cada músculo:
"esta esfera es el mundo,
este vientre es su plano"
Luego convencer a mis ojos
de la extraña autonomía de ambas dimensiones
sería un severo castigo,
ni hablar de la piel, el olfato y los relojes.
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