jueves, 3 de octubre de 2013

Insomne perenne

Madre, ya no sé vencer a la noche
no puedo hacerlo.
Temo perderme bajo las mantas
y por las mañanas
olvidarme de ella.

Mis horas son estas, madre,
cuando la casa está quieta
y mi niño mundo calla
entre cuentos que me dictan sus paredes.

Madre, ya no intento renunciar a la noche.
Es este el único espacio
donde me atrevo a desnudar
y verme.

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