Todo arde,
el coche arde, la calle.
Hasta los árboles parecen velas
Este fuego nacido de un noviembre
nos consume en su voluntad
de infierno fresco
Hasta la voz del hombre
parece una goma de mascar
que dió con el descuido del zapato
y ahora grita,
grita como una chicharra alzada
desde la suela caliente
Todo arde
Mi boca es una hoguera
habitada por dragones
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