viernes, 22 de noviembre de 2013

Sesión de reiki

Caigo y caigo
en esta rueda sin testigos
donde todos los tajos en las cortinas
parecen tener el mismo afuera

Durante el último vuelco
anudé a mi vientre
el desorden de la noche
cuando rompia las ventanas

Ahora puedo presentir
el ronroneo de las piedras
en su cortejo celeste
de paladar de lunas

Caigo y caigo
en este caracol nocturno
donde todas las puertas
parecen abrir nuevos pasillos

Ahora puedo invadir
el diálogo del agua
en su improvisada escena
de muñeca a cuerda

Caigo y vuelvo a caer
una vez más
mientras las manos sobre las costillas
insisten en construirte
un sueño
imperturbable.

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