jueves, 21 de noviembre de 2013

Visión real

Aun duele el árbol
que echó abajo doña Rosa.

Nada mal hacía el jacarandá
Nunca los pájaros lo denunciaron
ni los niños a la salida de la escuela,
ni los cables de la luz,
ni los ciegos.

Si toda la gente
va con bolsas de papel madera
sobre sus cabezas
para qué vestir las calles de lavanda.

Ahora entiendo a doña Rosa,
es inútil la belleza
pero cómo duele.

No hay comentarios:

Publicar un comentario