La noche amenaza con fraccionarme
y todo lo que logro a estas horas,
es lavarme los dientes
además de acomodar la almohada.
Tengo su temblor persiguiéndome
desde las 4 de la tarde,
ahora se ha hecho un monstruo
y creo haberla visto
merodeando en la ventana.
La noche calla a estas horas
en su lento intento de dominarme
pero en fin,
ella está esperando asaltarme el sueño.
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