Qué hago yo aquí
con toda esta madeja
de horas ciegas?
Me dijiste que te espere
en la cornisa de la hora
Y ya van dos,
y van tres,
y se harán cuatro
y otras cuatro
Sé que vendrás,
siempre vuelves
a reclamar tu tiempo
en mis manos
Mientras tanto,
seguiré tejiendo roces.
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