Solíamos tener lo nuestro
entre el precipicio y el fuego de la duda
No siempre
las manos alcanzaban para llevarnos
aunque aún así, seguiamos
Hubo la vez que te perdí
subido la ruta de otros dedos
cuando a los pies los ubicabas
fuera de los mapas.
Yo corrí al mundo
para comprar tu freno
a través de nuestro ejemplo incendiado.
Pero seguiste excediendo mapas
y yo me acostumbre a observar
como caen las cenizas.
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