sábado, 24 de diciembre de 2011

Correspondencia

Me dejè tres cartas
antes de morir,
una lleva mi nombre
las otras dos
ni siquiera me mencionan.

Ridìculo!
el absurdo es màs que un juego
Acaso nadie lee ya la correspondencia?

¡quito la membrana para que me vea!
A veces los anzuelos sirven de señuelos
cuando la clave està en una aguja sin ojo.

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