Hunde la tarde sus narices
en la olla de los pobres
la ventana negocia
ruidos de alacranes,
un par de tizas
envueltas de escrúpulos,
una mordida al aire
el alimento no da permiso
hablando hambres
detrás de la costilla
y grita el niño
la lágrima de los perros
y calla la madre
vaciando pobres
la ventana abre la olla
en barbijos de barbas blancas,
y jugos de un alacrán.
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