domingo, 4 de marzo de 2012

Desnudez amarilla

Soy la mujer 
que sabe desnudarse 
desde adentro, 
la que conoce el sabor del beso 
en el pubis de la cordura 

Poseo una casa de cenizas
 dos pares de manos hormigas,
un cigarrillo en su esqueleto
el talón de los inocentes

cada disparo es un encierro
del que perdí la llave
y tampoco hay puertas ni umbrales
solo el filo del colmillo
donde ubico mi desvelo

Que un ángel
les enseñe el color de mis rodillas
es el ùnico anhelo que llevo, 
y morir mi aliento sobre sus nucas
en la noche salvaje
en la noche vencida de grillos

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