Tengo tanta noche encima
que no logro apagar...
dime con tus dedos
donde ubico la mañana
sino me atrevo a desayunar
la muerte de la medianoche
Hablame con tus manos
baja, hazlo.
Cae con tus dedos
hasta el nivel de mis descensos
y sujetame a tu piano
para no seguir cayendo.
Luego, por favor,
abre la ventana
quiero ver la música entrar a limpiar
el desorden que has dejado
en mis muñecas
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