Pongo manos a la obra
y despabilo al último gallo
para iniciar mi vida.
El perrito ha llorado
con su voz de puerta vieja
y ahora no deja de perseguir mi sombra
como si su intención fuera beber
el último indicio de mi noche
Con improvisada bienvenida
le doy a mi cuerpo
su lugar en este mundo
y me inspiro a subir
hasta donde el amor me nombra.
Y repito "hombre,
que me has hecho
pues ya no recuerdo
a qué me venía yo".
No hay comentarios:
Publicar un comentario