Una madrugada más
de este mes
que con las manos torcidas
mueve la cuna
donde aquella vez
puse a dormir mi nombre
Noches en que su mirada verde
regresa a barrer la infancia atrapada
en la cara oscura de mi almohada
Mal de mis calendarios
en el poema que guardo,
ese que me define
como una comedia de atajos
donde el destino
siempre aparenta ser
la misma puerta nómade
Cruces y cruces y cruces
los números...
nunca logran detenerme
Marzo a Marzo
algunas veces,
tal vez lloro.
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