No sé bailar
pero mis ojos delinean pentagramas
donde colgar a bailar a cada noche
y tras la noche
abrir con llaves musicales
sus nuevas ventanas
No sé prenderle monedas
a mi vientre
pero mi cintura es un anillo
donde acomodarle los dedos a cada noche
y tras la noche
brindar el lujo que nace de sus manos
No sé ir muy lejos
pero en el fondo de mi cama
hay espacio suficiente
para amar desnuda a cada noche
y tras la noche
seguir desnuda
para amar desnuda a cada noche
y tras la noche
seguir desnuda
Maravilla del movimiento circular de una palabra que nace, brilla y muere (¨noche¨). Gracias, poeta!
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