Nadie va con una maleta
para arrastrar aves
aire y cielo
con rostros ajenos
como culpables
Nadie tiene la culpa
del tiempo con qué nació
Nadie piensa en agua
y le quita la sed
pero le nace hambre
Por eso yo no voy delante
de mis maletas,
prefiero ir de manos sueltas
sobre mis lados
Ir como quien no va
como quien nunca llegó
ni llega
Con las manos libres
sobre los lados,
soltando tiempo
y la lluvia del tiempo
y el tiempo de lluvia
sobre el vacío de mis vasos
No el hambre
sino la sed,
es la que viene a mí
Esa eterna compañera
de siestas
y sus pesadillas
Yo no soy nadie,
y eso es todo
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