lunes, 1 de julio de 2013

Sobre Poesijazz y otros tangos Indie, de Chema Lagarón y Marcela Lokdos (Reseña de Carlos E. Cartolano)



Sobre Poesijazz y otros tangos Indie, de Chema Lagarón y Marcela Lokdos


Comienzo por Marcela, porque en ella la consigna que creo entrever en esta colaboración poética, se evidencia con claridad.


La poesía es invención y descubrimiento; suma al arrebato del poeta (¨satori¨) la sorpresa del lector. Y así de primera maravilla, en maravilla de primer habitante, continúa creciendo y trasladándose al infinito. Vivimos en medio poético (ni sólido, ni líquido, ni gaseoso… ¡poético!), gracias a Marcela Lokdos y algunos más.


En esta antología se suman textos donde campea la pulsión por el sexo opuesto, tema frecuente en ML, pero que aquí alcanza carácter simbólico al enfrentarse con los poemas de CL.


Con esa visión, el trabajo de ML queda sintetizado en el poema ANTOJO TÁCTIL, que a al descubrimiento de las imágenes suma la intención (conciente o quizás inconciente) de la antología, y que en todos los casos reproduzco por puro placer de añadir nuevas lecturas:


Antojo táctil


Hambre de mis dedos

cuando trepan andamios

para abrirle ventanas al cielo

y que la noche caiga

con el centenar de mis roces

sobre tu pelo dormido


No, no intento universos,

sólo un espacio en tu almohada.


Ella conoce perfectamente que su poesía es la ruta al paraíso:


No tropiezo la ruta,

el trayecto es pan comido

(el de mis pies)

cuando abierta de puños

voy soltando cielo

(…)

No digo nunca no,

porque detrás de las puertas

mi cuerpo se manifiesta

como un animal invencible


Y tanto en la intimidad, como en el espacio público, el amor carnal siembra un sentido para la marcha de la humanidad:


Íntima proyección


Tengo tu nombre

como una cosquilla

en la garganta


Tu mirada

sobre la ingle de la noche


Tus manos al norte

de la brújula del viento


Tu sexo

en la urgencia

de mis cabellos


y tus pies alucinando

la exactitud de mis rodillas


o también en Colgada:


… Un gusto a semen

me desordena el paladar

cada vez que me oigo

decir su nombre…


en Mi verde extranjero:


… quiero derramar mis labios

y lo que huye de mis labios

en la profundidad de tus rodillas

(…)

Quiero hundirme en tu pecho

y volver a nacer

con tu nombre escrito

sobre la palma de mi mano


¡genialmente! en Dimensiones:


Leo tus gestos en braile

cuando el viento se hace dócil

sobre el fino calibre de mis falanges

y me revela la música

de todos tus movimientos


y con esta diestra definición del ceñido de cinturas:


… la línea imperceptible que adiestra mi cintura

a los cisnes que echan nidos en tus manos… (Sumas)


Todo cabe en la poesía de ML cuando de expresar la creciente del océano amoroso se trata:


… Mi rimel azul

en el cajón del tocador,

Berlín y su cascabel,

el buen día de la Turca en la ventana


Los niños

y los muebles llenos de niños

y los niños sin muebles (Chispazos)


Y también en Conclusiones:


Amo el viento, mi mesa, mis candados,

amo la lluvia, el vaso, la herida limpia,

amo la música de mis zapatos,

el jazz, la libertad de las trompetas,

amo el mar, la gota, la huella del anillo,

amo la voz del fuego, el silencio indiscutido de la muchedumbre,

amo amar, amor, amo poesía


Y su sentido dramático de la vida termina por subírsenos a los ojos en Noche inmune:


Mi niña dijo:

¨Hay que despertar a la noche con la mano ocupada

y con la boca torcerle el espanto de lo conocido¨


Mi niño dijo:

¨Hay que devolver a la noche al locker de donde se ha escapado

Y dejarla ahí maniatada hasta que agote su oxígeno¨


La casa duerme ya,

pero a mí la noche me persigue

como una multitud de horas sonámbulas y a la defensiva


Y salpicadas a lo largo de todo el libro, las imágenes de ML sorprenden y parecen sumar palabras que jamás se hubieran pensado juntas –ni siquiera próximas-


Todos los perros lloran a la misma hora

las lágrimas de mi patio

en el único balde de la casa /Llamada animal/


Tan de poca monta

los peces como veces

y el conteo se transforma

en tiempo inútil /Pleamar/


Llevo tanto tiempo desnuda

que ya no recuerdo

cómo era mi cuerpo /Solitaria deducción/


No es tan clara la intervención de Chema Lagarón, porque personalmente encuentro poemas que poco tienen que ver con el contrapunto de las dos poéticas. Prefiero en todos casos los textos muy cortos, donde la síntesis refuerza la impronta de imágenes. Hay textos largos que, sinceramente, desmerecen el trabajo del poeta.


Destaco Broche hecho de una mano, donde pareciera estar respondiendo a las líneas de la poeta colega. Y también este fragmento de Empuje astral, porque es afín y casi completa las imágenes previas de ML:


Hoy tuve una escapada erótico musical nocturna con el holograma imaginado de tu cuerpo y me perdí ebrio por la piel de tus cabellos, nos perdimos como violines sin cuerdas por los caballos de tus piernas, largas y estrechas, para retornarte exhausta y sudada de luna al amanecer…


También en Como una estrella u en Supervivencia, son inteligentes las imágenes que propone CL y muy bellas las de Lullaby:


Pies para andarte, mar para desnudarte y bañarte, tierra para aceitunarte y secarte, cielo para abrigarte y tus ojos para inundarme y naufragar…


Quedándome finalmente con esta perla:


… la mujer de la nariz esquiva,

y de la sonrisa de laurel. /Vestida de azul turquesa/


Agradezco en todo caso la lectura de este libro en colaboración. Me ha permitido confirmar el alto vuelo de Marcela Lokdos, y descubrir al poeta español Chema Lagarón.


De contar en el país con una cantidad de ejemplares que así lo justifiquen, podría intentar una presentación en Mar del Plata, ya sea en la Feria del Libro (noviembre) o bien en el ciclo que desarrollo Taller de Letras –La Poesía- (de julio a diciembre próximos).


Carlos Enrique Cartolano

0223 15 5520604

2 comentarios:

  1. Has sido demasiado amable con el trabajo de Chema, que sinceramente, no hay por dónde cogerlo. Ni este, ni el anterior libro, que leí de refilón. Pero no creo que ni el mismo sepa lo que quiere decir. Se hace un poco agotador no entender nada y que todo sea tan obtuso, enrevesado y vacío al final.

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