El día de tu exilio
yo vivi la peor de mis muertes
Sabes,
ya no uso el pasaporte para saberme viva
me basta con colgar la ropa cerca del cielo
y sentirme parte del mundo.
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Al verte doblar la esquina tras tus gafas,
la niña que fui, saltó fuera de mis ojos
No tienes idea de cuánto
me he extrañado en los árboles
......
Digámosle a la tarde
que no hubo el tiempo
en que te fuiste.
......
Esta obviedad de tu partida
me ha alambrado
al lenguaje más cervical.
El de los cuellos,
cuando se cansan
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