Tiritando a piedra
el nuevo rumbo del viento
un zapato se distancia
y a mí no me crecen los pies
para alcanzarle
para alcanzarle
Pongo a bailar mi cabellera
entre ráfagas de ruidos míos
aún cuando el agua
se abra por sobre mi sombra
se abra por sobre mi sombra
y fecunde un espejo
donde apenas vea mis ojos
Viento que es herida,y me golpea...
Desde mis cuclillas
no puedo comprender
el vacío del patio
el vacío del patio
Siempre que llego a tu casa, enmudezco. Intuyo, en la belleza hermética de tus versos, un hondo sentir, quizá un dolor profundo. En todo caso, quedo fascinado por tus versos.
ResponderEliminargracias Armando, es un placer que me visites.
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