Mueve la plataforma
con el golpe de tus tacos
grita, empuja, ruge
tu temible muchedumbre de tambores
al venir por la muerte de la siesta
Trepa hasta el río de mi rodilla
donde te estoy esperando,
música que cautiva
el hoyuelo de mis articulaciones.
Y que no te siga el clap, saltéalo
el aplauso es sino el sonido de los tontos
la voz imparcial de los anzuelos.
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