jueves, 7 de agosto de 2014

De salón III

El desorden cae
como la leche en las manos de un niño
y viene a entibiar en asimetrías
cada espacio deshabitado

Luego habrá orden otra vez
y se volverá frío
como la nieve cuando aquieta.

....

Mi lugar es la exigencia
no conozco otra palabra
que defina al silencio
que anuda mis manos

....

Ir ajena
hasta domesticar cada esquina
y pertenecerme

....

Hay más espacio en mi maleta
que latidos
pero presiento los ecos
como una jaula
donde marchan los elefantes

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